Cuerpo

4 de junio
Jesucristo sumo y eterno sacerdote

Lc 22, 14-20 Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros

Me unes a tu entrega, Señor, cada día. Darse, desvivirse, partirse, entregarse para dar vida. Hacer participar a otros del caudal de manantial que brota de Dios y que riega la tierra y la enriquece sin medida. Tú, Señor, uniendo lo humano con lo divino. Adentrándome en esa unión suma, eterna, llena de plenitud.

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