Pascua IV

15 de abril
Miércoles octava de pascua

Lc 24, 13-35 ¿No ardía nuestro corazón…?

¿No arde mi corazón cuando, por el donde la fe, se te sin saber cómo vivo en mí? ¿No arde mi corazón cuando escucho tu palabra?¿No arde mi corazón con el don de la Iglesia? ¿No arde mi corazón al celebrar la eucaristía? ¿No arde mi corazón al contemplar el testimonio de tus santos, que dan la vida contigo y en ti poseen la vida verdadera? ¿No arde mi corazón al saber que peregrino en este mundo caminas conmigo? Entonces, si tanto arde mi corazón, ¿por qué no grito con mi vida, “es verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido”?

0415