San Ignacio de Loyola

31 de julio
San Ignacio de Loyola
Salmo 145 Alaba alma mía al Señor

Es el principio y el fundamento de mi existencia: he sido creado por Ti, Señor, para alabarte, adorarte y servirte. y así recibir de ti la salvación. Todo me lo das para que realice este fin, y cuando las cosas no me conducen a este fin, que eres tú, origen y meta, debo desprenderme, y ser indiferente. No querer más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta. Solo deseando y eligiendo lo que me sea para tu gloria y alabanza. Dejarme afectar por ti. Como Ignacio.

 

 

Devorar tu Palabra

30 de julio
Miércoles XVII

Jr 15, 10.16-21 Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba

Acoger, Señor. Dejar que su música haga danzar mi vida. Disfrutar con su sonido sonoro y silencioso. Alimentarme de ella. Rumiarla. Guardarla en mis entrañas para dar a luz la luz de tu Palabra. Disfrutar en lo más profundo del lenguaje sin palabras que sostiene lo que comunicas en tu Palabra. Tu Palabra, Jesús, es mi gozo y la alegría de mi corazón.

Si hubieses estado

29 de julio
Martes XVII

Jn 11, 19-27 Señor, si hubieses estado aquí

El reproche que te hace Marta, Señor, es el que tantas veces anida en nuestro corazón, y se escapa por nuestra boca, cuando no entendemos que suceda lo que sucede, y nos escandalizamos el mal y su poder en el mundo, de los muertos a espada, de los desfallecidos de hambre, de la impiedad de la humanidad. Si hubieses estado aquí…Y tú me preguntas…¿crees que soy la resurrección y la vida? Porque si crees en mí…

 

 

Grano de mostaza

28 de junio
Lunes XVII

Mt 13, 341-35 El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza

Quien no ha visto un grano de mostaza no sabe que es la más pequeña de las semillas. Y sabiéndolo se admira aún más de que al crecer sea la más alta de las hortalizas, llegando incluso los pájaros a anidar en sus ramas. Pues así es el reino de Dios. Que está ya en tu vida, como semilla diminuta dispuesta a creer  sin límites. Ya está creciendo, ¿no lo notas?

 

Lo que quieras

27 de julio
Domingo XVII

1 Reyes 3, 5.7-12 Pídeme lo que quieras

Si me ofrecieras lo que me ofreces cada día, el escuchar mi oración cuando es una oración verdadera y sincera, ¿qué te pediría? Salomón pide un corazón dócil para gobernar y para discernir el bien del mal. Pongo el reino de mi vida en tus manos, Señor, y te pido un corazón dócil a tu voluntad y capacidad de conocer el bien del mal, para hacer el bien que procede de ti.

En tu casa

26 de julio
San Joaquín y Santa Ana

Salmo 83 Dichosos los que viven en tu casa, alabándote siempre

Es fácil, Señor, vivir en tu casa, pues tú has puesto tu tienda entre nosotros, y en santificas nuestra vida cotidiana, nuestras ida y venidas, nuestra existencia con pies de barro. Tú Señor, en nuestras casas, en nuestro campos, en las oficinas, en los comercios, en las escuelas, en las fábricas, en cualquier lugar donde un hombre o una mujer se abren a la verdad de su existencia. Así hicieron Joaquín y Ana. Así se lo enseñaron, desde pequeña, a María. Por eso pudo decir Fiat al Dios que se hacía en ella.

Bendición camino de Santiago

25 de julio
Santiago Apóstol

Hechos 5, 27-33  Testigos de esto somos nosotros

Este mes, de nuevo, realicé algunas etapas del camino de Santiago con alumnos. Testigo soy de la importancia de ser peregrino, de cómo transforma el señor nuestra vida. Cada día rezábamos esta bendición que os ofrezco:

Te pedimos te dignes bendecir a éstos hijos  tuyos que por amor a tu nombre peregrinan a Compostela. Sé para ellos compañero en la marcha, guía en las encrucijadas, albergue en el camino, sombra en el calor, luz en la oscuridad, consuelo en sus desalientos  y firmeza en sus propósitos; para que por tú guía lleguen incólumes  al término de su camino  y enriquecidos de gracias  y de virtudes vuelvan ilesos  a sus casas llenos de saludables virtudes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Marchad en nombre de Cristo que es el Camino y rezad por nosotros en Compostela. Amén

Ojos que ven

24 de julio
Jueves XVI

Mt 13, 10-17 Dichosos vuestros ojos porque ven, y vuestro oídos porque oyen

Nos haces dichosos, Señor, porque nos permites contemplar tu rostro, y  ver tu belleza y tu bondad,  y observar cómo actúas, y escuchar tus palabras de vida. Nos ofreces la dicha en plenitud y sin reservas y tantas veces nos comportamos como ciegos que no ven la claridad y sordos que no escuchan las armonías de la existencia. Y teniéndote al alcance de la mano te dejamos escapar, encerrados en nuestra cerrazón. Y viendo no vemos, y escuchamos no entendemos. Perdón, Señor.

Vida santa

23 de julio
Santa Brígida, patrona de europa

Gal 2, 19-20 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mi

Ayer lo dijo María Magdalena; mañana San Sarbelio Mallüf, monje libanés que se pasó parte de su vida en la soledad de la oración y la penitencia, crucificado con Cristo. Hoy Santa Brígida, madre de ocho hijos, que tras hacer el camino de Santiago se consagra sin reservas a Cristo y recibió innumerables gracias místicas.

Hoy también tú y yo estamos llamados a ponernos delante del Señor y pedir que estas palabras se hagan verdad en nuestra vida. Para que podamos añadir: y mientras vivo en esta carne, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí.

Magdalena

22 de julio
Santa María Magdalena

Jn 20, 1-2.11-18  ¿Mujer, por qué lloras?

Es la pregunta de el que vive cuando se encuentra en nuestras vidas signos de dolor. Es la pregunta de el que vive cuando comprueba que andamos en tinieblas y en sombra de muerte. María Magdalena amó mucho y se le perdonó mucho. Y recibió vida. Lloró sus propios pecados junto a Jesús. Y recibió el prodigio de la misericordia, el perdón de sus culpas. María Magdalena, llena de vida, se convierte en testigo de la resurrección de Señor, del Maestro.