Servicio

28 de junio
Sábado XII

Mt 8, 5-17 La cogió de la mano y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirles.

Me sanas, Señor, para el servicio de la comunidad. Me sanas, Señor, para que te sirva y sirva en tu nombre. Me sanas, Señor, para que me abra, desde la realidad transformada por tu misericordia  y tu perdón, a la realidad del mundo herido, que necesita de ti, de tu compasión, de tu palabra de aliento, de tu mirada que reconforta todo. Me sanas, Señor, para que, en el recuerdo de mi debilidad y de mi herida, se que sólo tú me haces fuerte, que tú solo eres el que sostienes mi servicio. Concédeme la gracia de no olvidarlo.