Palabra de Dios

11 de noviembre
Domingo XXXII

2 Ts 2, 16, 3,5 Que la palabra de Dios siga el avance glorioso que comenzó entre vosotros

Tu Palabra, Señor, que llega cada día hasta nosotros, como el sol de día y la luna de noche. Te haces luz y nos alumbras en los momentos de luz y de oscuridad. Tu Palabra que acampó entre nosotros cuando María se abrió a ella y dijo “hágase en mi según tu Palabra”. Tu Palabra que es un consuelo permanente en medio de lo relativo, consuelo interno  y profundo entre tanta superficialidad, tu Palabra, única esperanza nuestra.