Publicano

28 de octubre
Domingo XXX
Lc 18, 9-14 ¡Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás!

Me cuesta reconocer que de lo más profundo de mi corazón, allí donde anidan los sentimientos que pretendo evitar, aparecen de vez en cuando, como plegaria a Dios, esta acción de gracias, que tiene mucho de orgullo, de soberbia, de amor de si, de vanagloria, de vanidad.  Sentirme mejor que los demás… Por eso te pido, Señor, que me vayas transformando en el publicano que solo sabe, en este evangelio, golpearse el pecho y decir la oración de Jesús: “Oh Dios, ten compasión de este pecador”

Hoy, en Roma, han sido beatificados cuatro religiosos marianistas, mártires. Damos gracias a Dios porque ha tenido compasión de ellos, les ha bendecido y ha derramado en ellos su misericordia.